viernes, 22 de febrero de 2008

Aún no sé acariciarle.

Él se deja hacer, pero yo aún no sé acariciarle.
Perdona la torpeza de mis dedos con un gemido leve, cediendo a mis impulsos con ternura, intuyendo mi virginidad.
Me siento cerca presintiendo su suavidad y respiro la esencia que desprende y que me impregna.

Si supiera lo que evocan sus sonidos en mi piel, lo que siente la yema de mis dedos cuando intento torpe, acariciar la envoltura de su alma que es todo él.

Si supiera cuanto tiempo deseando, cuanto esperando a que su voz fuera mía.

Aún no sé acariciarle, lo sé. Tal vez algún día.

7 comentarios:

elnaveiras dijo...

¡caramba!
pues, francamente, no se nota nada.

capitanverga dijo...

Tranquila, que para eso nací yo, para ser maestro y enseñar a las pobres ovejillas perdidas como tú y mostrarles el camino más erecto.
Ven florecilla, que el capitanverga te enseñará secretos que el gañanazo de tu novio no puede ni imaginar.

Violeta dijo...

bueno
yo es que cuando acaricio
me pasa
que me quemo las manos

/.../

mil besitos

E dijo...

Bueno, tendrá paciencia
es tan bonito...
que tendrá toda la paciencia que inspiran tus manos.

Si sus teclas pudieran leer esto,
tocarías sobre mojado.

Gsús Bonilla dijo...

oñio, queen
que surpresa

actualizaste
y nos presenta en sociedá
a tu pared con forma de orió

q
bonica a quedao

bso.

Anónimo dijo...

Al final todo acaba quedándose en el sitio correcto. Y llega a donde debe llegar. Al final, siempre al final, hasta me subí al escenario.

Gracias de vuelta. Nos veremos de nuevo.
Ya se tiene como "mono".

Besos.

PD: hoy en El Pais viene una entrevista a Francisco Brines, no es el poeta que visteis en Caixa Forum?

Marcus dijo...

tal vez,






algún día.