martes, 27 de mayo de 2008

Carreteras



Piensa que si conduce el coche durante mucho tiempo con las ventanillas abiertas, el aire conseguirá llevarse el nudo que le aprieta en la garganta, el miedo que oprime su corazón. Y a veces lo consigue, a medias, pero lo consigue. Consigue que el aire entre con más fluidez en sus pulmones.

Piensa, que si conduce durante mucho tiempo, va a dejar de pensar, pero eso si que no ocurre casi nunca. Hay ocasiones en que no existe otra alternativa. Alejarse, dejar que el aire entre con violencia, con dolor.

Piensa que si seca sus lágrimas con toallitas húmedas de olor a lavanda, no le quedará en el paladar su sabor de sal. Pero también se equivoca en eso.

Piensa que tiene miedo y no sabe si podrá ocultarlo durante mucho tiempo. No sabe si al final vencerá la cobardía y huirá o dará la cara. El tiempo es una continua sucesión de momentos y eso no lo evita nadie. Cada momento es en sí mismo, toda una historia y la suya por esta vez, comienza con el miedo atenazado en la boca del estómago. Mala manera de empezar una historia.

Piensa que quisiera ser de otra forma, un ser un poco más acuoso, lo suficientemente líquido como dejarse llevar a través de cualquier canal. Pero no lo es. Tiene ese lastre enraizado en la desembocadura del alma.

Piensa que si mira hacia atrás, se ve a si mismo saltando de piedra en piedra, de nube en nube, con el sentimiento árido de que su lugar no está en ningún sitio. Y ahora, tiene miedo a equivocarse de salida y terminar lejos del mar.

Piensa que llegar al destino, a cualquier destino, sólo significa descansar por un corto periodo de tiempo. Luego todo vuelve a empezar de nuevo, con la misma cantinela, con el mismo roce, arañando el mismo surco dejado por el paso de los días.

Piensa que quizá llegará el día en que al abrir los ojos, todo esté inundado de luz. Y sólo entonces, el frío pase, aunque sea abrazado a su sombra.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

la puta cabeza
queen
la puta cabeza.

quenodeja de rular.

Adrià dijo...

Correr…
Ya que nos contamos no?

Quién más quien menos.

0 puntos en perfección.

Pero mira.

Seguimos, y así ahora un poko de puta madre.

Me mola esto.
Mucho.

isabel dijo...

porq lo de inundar las cosas de luz lo hacemos nosotros, aunq parece q a veces nos cuesta. y fíjate que la de suerte que...pero es q luego...bueno, esto nos daría pa un café bien largo

un beso, mi quina
muuuuuuuuua!!!

Juan dijo...

Quizás deba aprender a suspender el pensamiento y el juicio. Oasis de no pensar, cuando el pensamiento es sólo una pequeña espina que ni siquiera conduce a conclusiones. Un beso, que te debo.

U.B dijo...

¡A la mierda el miedo!
Me paresió ver una Queen con un lindo gatito...

Marta Noviembre dijo...

Todo vuelve a empezar, sí, pero eso encierra lo malo de antes y también lo bueno que vendrá... No sé, yo soy la de las espirales, así que, qué te voy a contar...

Un beso, preciosa

Anónimo dijo...

Pues esta noche donde sufro por no haber aprobado pienso en empezar algo nuevo o continuar. Siempre son ciclos.

Besos y ABRazos.

DSIFRUTA REINA.